Somos los sobrevivientes

Para todos aquellos nacidos antes de 1940 y para que los que vienen después nos comprendan.
Sí, somos los sobrevivientes. Considere los cambios que hemos vivido. Nosotros nacimos antes de la televisión, antes que la penicilina, antes que la vacuna antipolio, las comidas congeladas, los aviones jet, las fotocopiadoras, los plásticos, los lentes de contacto, el fax, los cierre velcro y la píldora anticonceptiva.
Somos anteriores al radar, las tarjetas de crédito, las computadoras, las frazadas eléctricas, los acondicionadores de aire, la ropa "lavalisto" y la caminata del hombre en la luna.
Nosotros, primero nos casábamos y después íbamos a vivir juntos.
En nuestro tiempo, los muebles eran muebles y no hoteles de rotación rápida. Las conejas eran animalitos y no chicas de Playboy.
Los blue jeans eran azules y eran ropa de trabajo, no envases ajustados de glúteos de todos los colores. Tener relaciones era llevarse bien con los parientes y la dieta era solo para enfermos. El ayuno parte de Semana Santa.
Somos anteriores a los maridos "amas de casa", a los derechos de los homosexuales, a las parejas elegidas por computadora, carreras universitarias dobles, trabajos dobles, medicina prepaga, hogares para ancianos y la terapia de grupo.
Jamás oímos hablar de medios, FM, pasacassettes, procesadores de palabras, corazones artificiales, yogur con frutas o varones usando aritos.
Para nosotros tiempo compartido era estar con la novia muy juntitos, nada que ver con departamentos de veraneo por una semana o condominios. Trucha era un pescado.
Un programa era una mina y la palabra software no existía. Copar era un término de militares y Made in Japan era una basura. Mc Donald´s hamburger y café instantáneo no existían, pero teníamos la fonda de la vuelta, el bife vuelta y vuelta y el cortado del gallego de la esquina. Nosotros llegamos a la sociedad cuando se podía comprar algo por cinco centavos. Por diez se comía un flor de helado, sin colorantes ni sabores artificiales. Se andaban largos trechos en tranvía, se compraba un auto nuevo por $3.500, y la nafta costaba 21 centavos el litro.
En nuestros días, fumar estaba de moda para los hombres. La hierba era pasto y los ravioles la comida de los domingos. La coca una cosa nueva que quería competir con la Bidú. La música era algo que se podía silbar u oír despacito. Un bailable era algo lento para "chapar", y sida era una palabra que no existía.
Pero tenemos que enfrentarnos con el presente. Somos la última generación que creyó que hacía falta un marido para tener un hijo. Como para no estar confundidos y hablar de brecha generacional con gran enojo, hoy hemos aprendido que boludo es un nombre genérico.
Pero sobrevivimos... así que celebrémoslo.

Escuchado en LU6 Radio Mar del PLata

4 comentarios:

Muy buen comentario. Casi ando yo cerca de esta etapa también. Las cosas han evolucionado y esto hay que aceptarlo si no quieres ser un bicho raro. No creo que nos entienda nadie. Me conformo con que me acepten y no me excluyan :-) La vida sigue sin nuestro permiso y hemos de avanzar con ella.
Tienes un blog genial. Te felicito
Un saludo

Hola amiga,
Lindo texto, algo nostalgioso y pianta jovenes, pero lindo al fin. Pensá que en esa época, tampoco había blogs y pocos podían expresar lo que sentían.
Saludos desde Pehuajó.

Hola K_nelita:
Yo diría que se podría aplicar hasta los cuarenta y quince más (como dice Marcos Mundstock).
Me gustaría saber que decía el comentario suprimido y me parece rara la visión tanto de Katy como de Marcos.
No creo que haya épocas mejores o peores, la época la vive uno y su entorno, como tampoco creo que hayamos renegado de los adelantos tecnológicos aunque seguramente se nos hacen más difíciles de asimilar.
Lo que me parece o creo entender, que el escrito tiene dos facetas: una la referida a nuestra relación con los adelantos tecnológicos y otra referida a las formas sociales.
Ahí si, que me disculpe Marcos, pero creo que los jóvenes se piantan solos, no hay forma ni época que cambie el significado de libertad por libertinaje, que avalen conductas permisivas cargadas de irresponsabilidad y falta de respeto.
Igualmente creo que la responsabilidad es nuestra, se puede decir que la generación de hoy son nuestros hijos, y si nos quejamos, la autenticidad de las mismas quejas se verán en nuestro entorno; nuestros hijos (los jóvenes de nuestro entorno) y sus conductas deberán con sus actos avalar nuestros dichos.

Hola Héctor como va? Si te interesa lo del comentario suprimido, es simplemente porque escribió dos veces lo mismo y ella misma lo eliminó, yo lo vi en mi correo.
Por lo demás estoy de acuerdo con vos en que se puede aplicar a unos quince años mas acá también, y en desacuerdo con lo que dice Marcos por lo de "pianta pibes" , yo creo que así nos comprenden un poco mas no?
Por lo demás en un todo de acuerdo con vos, yo no creo tampoco que hayamos renegado de los adelantos tecnológicos, al contrario, los usamos y nos gusta poder expresarnos de esta forma, imaginate que yo aprendí a usar una computadora a los 50 añetes :D
Gracias amigo por pasar siempre ;)
Un abrazo desde Mardel :)

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